4 - Cuarto día KAMAKURA y el FUJI

Me desperté al amanecer este día. Quería aprovecharlo al máximo. Desayune y deje la mochila esta vez en la consigna del hostel. Que diferencia el poder recorrer la ciudad sin peso a la espalda.







En el hostel, te preparas tu el desayuno y tienes en el mismo lugar cocina, sala de lectura y ordenadores.
Ideal si te gusta ir a tu aire.










Lo primero que hice es visitar la playa, que estaba a pocos pasos.




Kamakura es un lugar como de vacaciones.
Algunos Japoneses tienen su segunda casa aquí, como casa de veraneo en la costa.
Y la verdad que a pesar de ser Noviembre , el buen tiempo invitaba al relax, pero yo no podía desperdiciar el día.






Comencé a callejear hasta llegar al santuario sintoista Tsurugaoka Hachimangu









Pasear tempranito por el pueblo me encanto, los negocios comenzaban a abrir y estaba todo muy tranquilo. Se notaba que era un sitio muy cuidado y de gente de dinero.


Puente cermonial de entrada al santuario.









Aquí ya se me estaba poniendo cara de Japonés





Había una pequeña exposición de armas típicas de los Samurais



Aquí podías comprar una especie de libreta en blanco donde te hacían una caligrafía al momento con el sello del santuario.


Y este demonio se despide de mi.


Mi siguiente destino era ir a visitar al gran buda de Kamakura, pero por el camino era obligado picar algo. ¡Que bueno estaba!




Templo Budista KOTOKU IN








Grandes sandalias de Buda




Hacia medio día, de vuelta a la playa a descansar un poco, viendo de paso locales de colegas japoneses.






Momento relax.



Y por si acaso venia un tsunami... Cogí otro tren hacia el sitio mas cercano donde pudiera ver el monte FUJI. Esa ciudad era GOTEMBA, todo un contraste, pues no es nada turístico, sino mas bien un sitio industrial, comercial, donde hay grandes almacenes tipo outlet. Pero a mi me valía con tal de estar cerca del FUJI.





Esta fue mi primera visión del FUJI cuando llegaba a la ciudad. Y tuve suerte, ya que a menudo aparece cubierto de nubes.



Nada mas llegar a GOTEMBA, busque un parque entre tanto edificio para poder ver de cerca el monte y con suerte sacar alguna foto.





Y esto fue lo que pude conseguir, pero para mi fue el momento mas especial de mi visita a Japón.
El FUJI, o FUJISAN era considerado una deidad y sigue siendo el símbolo de este país tan hermoso.
Solo, sentado viendo la cumbre del volcan, me sentía como en casa. Como si algo de mi perteneciese a ese lugar.



Ya de noche, me fui a cenar y al hotel que estaba cerca de esta estación de autobuses tan curiosa.
Parecía que había aterrizado un ovni.



Y esta fue mi única mala experiencia en Japón.
Un hotel barato y donde por fin dormiría en una cama normal y no una cápsula.
Pero me dieron una habitación con un olor a tabaco asqueroso, donde en los percheros había botes de ambientador para pulverizar. La noche fue insoportable y a pesar de su fachada, por dentro era como un hotel de la antigua china con puertas metálicas. Una visita que yo evitare la próxima vez.


0 - El vuelo

Mi pais soñado, Japón. Desde pequeño siempre atraído por todo lo relacionado con este lugar tan alejado del mío. (10.339 km.) Y mira tu po...